Dependiendo las localidades, las lluvias que arrancaron en la primavera sumaron precipitaciones entre 350 y 600mm, con chaparrones de 200mm dejando anegamientos, corte de rutas y pérdida en la producción de cultivos, carnes y leche en la zona. A continuación exponemos un primer relevamiento de los efectos:

Cultivos

Los más afectados fueron las sojas y los maíces de segunda debido a que que las lluvias de fin de diciembre los encontraron emergiendo. En otros casos directamente retrasó la fecha de siembra o no se llegó a hacerla. A los maíces tardíos, que tenían un menor desarrollo, los afectó en mayor medida que a los tempranos.

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Es complejo realizar una estimación del impacto en el rinde, por un lado, porque todavía hay mucha agua sobre los terrenos, por el otro, por el impacto de la anaerobiosis temporal en raíces de plantas que no murieron o por el lavado de nutrientes. Cabe destacar los problemas para el control de malezas RR por lavado de pre-emergentes.

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Tambo

Respecto a las empresas que tienen tambo, la situación es aún más difícil. Se suma a la causa de la pérdida de praderas, la imposibilidad de sacar la leche del campo o de ingresar gente o alimentos.

Carne

En el caso de las empresas con ganadería de carne, hubo importantes pérdidas de praderas y aumento de la dependencia que las reservas que se puedan confeccionar en el verano y verdeos del otoño.

Ante la repetición de estos eventos, surgen preguntas sobre la viabilidad de los sistemas actuales de producción, la infraestructura de caminos que nos quedó o cómo hacer para mejorar y solucionar está situación. Para responderlas y pasar a la acción ya hay miembros y técnicos CREA junto a otras instituciones trabajando, transitando un camino necesario y de manera conjunta con toda la comunidad. Se destaca el espirítu CREA en la zona ya que todos los grupos están más en contacto que nunca.