El Crea Amstrong Montes de Oca cumplió 25 años y para festejarlo, emprendió un viaje a la zona oeste de nuestro país. Quince miembros del grupo fueron protagonistas de un increíble viaje que tuvo su primera parada en Río Cuarto y finalizó en los imponentes paisajes de Mendoza . A continuación la crónica del viaje relatada por uno de sus miembros…
Día 1 “Descubriendo el mundo del etanol”
Madrugamos un miércoles, llenamos las camionetas y arrancamos con destino a la localidad de Río Cuarto. Allí nos esperaba Manuel Ron, socio fundador de la empresa Bio4. Manuel, de paciencia admirable, despejó todas nuestras dudas sobre el negocio del etanol y nos quedamos asombrados de la perseverancia y el coraje de los socios de esta empresa a la hora de emprender un proyecto sin precedentes en el país.
Luego nos trasladamos a Bioeléctrica, la empresa prima de Bio4. Para realizar el recorrido por la planta nos recibió muy amablemente el gerente general, Germán Di Bella
Día 2 “Mendoza, entre olivos y viñedos”
El segundo día partimos hacia Mendoza para mezclarnos con los olivos. Visitamos una olivícola líder a nivel nacional, Laur. Conocimos el proceso del aceto balsámico y el aceite de oliva finalizando con una degustación de los distintos tipos de aceite.
A la tarde realizamos un tour por la bodega boutique Carinae. Sus dueños franceses se enamoraron de la provincia y dejaron atrás el viejo continente para emprender la difícil pero sumamente gratificante tarea de la producción artesanal de vinos.
Día 3 ” El inolvidable Valle de Uco”
El tercer día viajamos al corazón de la producción vitivinícola, el Valle de Uco. Allí se encuentran las uvas que dan origen a los vinos más prestigiosos a nivel nacional. Conocimos la Bodega La Azul cuya dueña es Shirley Hinojosa, ex miembro del Crea Las Barrancas. Almorzamos en la finca y luego disfrutamos de una tarde casi primaveral con la imponente vista del Cordón del Plata. Como todo gran momento lo acompañamos con una buena copa de vino.
Día 4 “Aconcagua”
El último día le dimos rienda suelta a la aventura y emprendimos la difícil tarea de subir a la base del Aconcagua.
Risas, aromas, personas, sabores, anécdotas, fotos, mates, vinos, todos condimentos de un viaje que nos unió como equipo. Brindamos por más experiencias así y agradecemos a todas las personas que hicieron de esta escapada un momento increíble, destacando y agradeciendo el trabajo de Germán Baroli, nuestro asesor.
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